Un campesino poseía un burro y este Tranquilamente se encontraba paseando por el corral cuando cayó en un pozo de agua vacio. El animal lloro fuertemente y de forma amarga por varias horas deseando salir de este horrible lugar, el campesino lo escucho y buscaba la forma de ayudarlo pero ninguna idea venia a su mente.

Finalmente el campesino decidió que el burro ya era muy viejo, que el pozo estaba seco y que de todas formas necesitaba ser tapado, por lo tanto no valía la pena sacar al burro del pozo. Invitó a todos sus vecinos para que vinieran a ayudarle, Cada uno tomó una pala y empezaron a tirar tierra al pozo para llenarlo poco a poco.

El burro se dio cuenta de lo que pasaba y lloró horriblemente, no lo podía creer, pero después de un rato y de muchas paladas de tierra, para sorpresa de todos se tranquilizo.

El campesino intrigado, miró al fondo del pozo y se sorprendió de lo que vio... Con cada palada de tierra que era arrojada al pozo el burro hacía algo increíble: se sacudía la tierra de su cuerpo y está al caer al fondo era pisada por el animal formando un piso cada vez más alto.

Muy pronto todos lo que ahí se encontraban, vieron admirados como el burro llegó hasta la boca del pozo, pasó por encima del borde y salió trotando y sonriendo.

Moraleja: "Nunca olvides que podemos salir de los hoyos más profundos si jamás nos damos por vencidos"