Un pavo real muy presuntuoso en una ocasión convidó a un gran festín a una sencilla grulla. Durante el banquete, el pavo real se puso a discutir con el resto de los demás comensales, les decía: quien de nosotros dos posee los mejores dones personales, vamos díganlo……

Entonces el pavo real abre su cola de finísimas plumas y de un hermoso colorido en forma de abanico y les dice lo siguiente: "Vean nadamas, deléitense, en el mundo no hay otra cosa igual en perfección y hermosura, mi cola es preciosa".

Ciertamente respondió la grulla: confieso que eres más hermoso que yo, verdaderamente tus plumas son más vistosas que las mías, pero en cambio no te sirven para volar. Yo, con mis alas continúo diciendo la grulla, puedo elevarme hasta las nubes, volar, sentir el viento y contemplar bajo mis pies todas las maravillas de la tierra.

MORALEJA: "No hay un ser insignificante en el mundo, Dios a cada uno le da una cualidad especial."