Los arrecifes de coral vivos cubren 930.000 kilómetros cuadrados, casi el doble de la superficie de España. Albergan a una de cada cuatro especies marinas conocidas. Junto con los bosques lluviosos tropicales estos ecosistemas son los de mayor diversidad del planeta. Además de las anémonas de mar y la mayoría de medusas, el grupo de criaturas con tentáculos conocido como cnidarios incluye a los corales blandos, las gorgonias, los hidrocorales como el coral de fuego y a los verdaderos constructores de arrecifes: Los corales pétreos. En la actualidad existen cerca de mil especies de corales pétreos. Estas estructuras conocidas como cabezas de coral son en realidad colonias de individuos llamados pólipos, cada uno de los cuales segrega a su alrededor un esqueleto de piedra caliza en forma de cáliz para protegerse. Estas colonias crecen con lentitud, raras veces más de un centímetro al año. Algunos atolones creados hace menos de 50 millones de años tienen en la actualidad un espesor de aproximadamente 1.500 metros. Lamentablemente en las últimas décadas la contaminación, las capturas pesqueras, la urbanización de las costas y otros elementos alteradores han destruido una décima parte de los arrecifes de coral del planeta y han dañado gravemente otra tercera parte. Los expertos consideran que a este ritmo dentro de 50 años habrán desaparecido las tres cuartas partes. Estas barreras coralinas además de ser sustento de millones de personas, forman una barrera natural de protección contra las olas, permiten la creación y sustento de zonas tranquilas donde podemos encontrar praderas marinas y manglares, dos hábitat que no se deben perder ya que sirven como vivero para las fases juveniles de numerosos peces y moluscos. La construcción del arrecife extrae la mitad del calcio que llega a los mares. Los corales secretan carbonato cálcico (piedra caliza) a una escala lo suficientemente importante como para influir en la composición química del océano y afectar a los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera. El conjunto de arrecifes situados en los archipiélagos de Indonesia y Filipinas, con cerca de 21.000 islas y casi la quinta parte de los arrecifes de coral del planeta, son los más importantes y complejos. Una sola bahía de estas regiones puede albergar el doble de especies que todo el Caribe. Lamentablemente menos del 10% de ellos se encuentran en condiciones óptimas. Además de por las razones descritas anteriormente la acuariofilia mal entendida a destruido gran parte de estas selvas marinas debido a que desde los años 60 se vierten hasta 150.000 kilogramos de cianuro sobre el arrecife para poder separar, valiéndose de una palanca, las colonias y capturar así a los aturdidos peces que se ocultaban en las grietas. La industria de la acuariofilia vende anualmente seres marinos por valor de 200 millones de dólares. Esta actividad es totalmente legal pero no así el uso del cianuro donde más de la mitad de las especies atrapadas muere durante la captura y el transporte. Esta práctica junto a la utilización de explosivos, la pesca intensiva, la explotación de coral vivo para la obtención de materiales de construcción, su fragmentación para venta en joyerías, los residuos químicos y los depósitos de limo debidos a los cultivos y a la tala masiva de bosques están destruyendo completamente los arrecifes. Aproximadamente el 90% de los corales de la costa noroeste de jamaica han sido destruidos por huracanes y diferentes enfermedades. La invasión posterior de algas imposibilita su recuperación. Estas reciben nutrientes de la contaminación derivada de la urbanización de costas. Además la pesca intensiva a acabado con las especies que se alimentaban de ellas. Por si todo esto fuera poco durante los años 80 salto la alarma al aparecer de forma súbita amplias zonas de arrecifes vestidas de colores blancos mortecinos como consecuencia de haber expelido los organismos simbióticos unicelulares conocidos como zooxantelas, quedando visibles los esqueletos de roca caliza tras los tejidos transparentes. Los corales emblanquecen como reacción a los cambios bruscos de salinidad y como respuesta a una intensa radiación ultravioleta. También este proceso se ha relacionado con las temperaturas oceánicas anormalmente elevadas como las causadas por el Niño. Los corales emblaquecidos pueden recuperar su color y potencial para crecer y reproducirse. No obstante también pueden sucumbir si estos blanqueamientos son prolongados, se reproducen con excesiva frecuencia o si, mientras tanto, las colonias tratan de combatir los metales pesados, los residuos de pesticidas o las algas estimuladas por vertidos de explotaciones agrarias. La temperatura mundial de media ha subido, los arrecifes de coral nos pueden estar avisando para que se preste más atención a la salud del planeta. Si te interesa conocer mas sobre este maravilloso ecosistema de los arrecifes, en nuestro Atlas podras encontrarte con un articulo sobre este tema, este es el link: Articulo Arrecifes muy buena info carnal............ummmmmmm no se por que tengo esa sensacion de pirateria al leer esta info. jejejeje:bouaaaaah::bouaaaaah: Tuviste un DejaVu ... suelen pasar a veces tu no te fijes. jajajajajajajja
arrecifes de Kerama-Okinawa
sin signos de invasión por algas
arrecifes de Kerama-Okinawa
afectados por macroalgas
muy buen tema
El Relajo
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Al corriente : 08/12/2010 10:36 am
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Al corriente : 09/12/2010 11:15 am